Es sorprendente que en pleno siglo XXI la mayoría de empresas aún desconozcan la importancia de un buen departamento de compras. El final del siglo pasado y el principio de este han servido para desarrollar todo lo relacionado con ventas incluso, en ocasiones, en detrimento de la mejora de la eficiencia y el control del gasto. Entonces, era importante aumentar en cuotas de mercado y nuestro volumen de facturación para, así, incrementar nuestros beneficios.

En los últimos años, la situación ha cambiado. Con una crisis casi sin precedentes, que ha hecho que muchos sectores vuelvan a niveles de facturación de hace una década; y con un mercado cada vez más globalizado donde concurren en mayor medida productos y servicios similares, los márgenes son cada vez menores y se reduce la competitividad. 

Teniendo en cuenta lo anterior y sabiendo que, de media, el área de compras de una empresa gestiona el 65% del total del gasto de la misma, es lógico pensar que el incremento en la eficiencia de la gestión de este departamento incide directamente en la mejora de su rentabilidad.

La mayoría de las empresas, incluso muchas de las grandes organizaciones, suelen desconocer la importancia que representa un departamento de compras de cara a la generación de valor y mejora de la cuenta de resultados. Compras es el único gasto cuya reducción repercute directamente en nuestro beneficio.

En Asia es Fácil decimos que si vender es importante, saber comprar lo es más. Comprar es necesario para cualquier entidad, pero hacerlo de forma estratégica y de una manera eficiente lo es aún más. Esto no significa necesariamente comprar más barato. A pesar de esta realidad, en España un 35% de las empresas carecen de una estrategia de compras y el 45% la tiene pero sin formalizar.

Una buena estrategia de compra debe abarcar varios puntos. Entre ellos se encuentran la preparación y cualificación del equipo de compras, en criterios basados no sólo en la experiencia sino en habilidades de liderazgo, nociones de finanzas, gestión de riesgos, etc… En la mayoría de los casos sus funciones se basan principalmente en tareas administrativas y logísticas, dejando prácticamente de lado el análisis, comparativa de ofertas y la búsqueda proactiva de proveedores. Todo ello, a pesar de que estas son las tareas que realmente generan valor.

En lo que a búsqueda de proveedores se refiere, al estar en un mercado cada vez más globalizado resulta necesario no circunscribirnos al mercado local y explorar fuera de nuestras fronteras. Sólo así se podrán encontrar los mercados más óptimos. Precisamente por esto, dentro de nuestra estrategia de compras debe tener un papel fundamental la importación y su estructuración mediante diferentes mecanismos. Hoy en día, mercados como el asiático (China, India, Bangladesh, Pakistán, etc…) no deben escapar a nuestro radio de acción en lo que a compras se refiere.