El otro día un cliente nos comentaba que dejó de hacer compras en  Asia de forma directa por las tremendas dificultades que se encontraba en diferentes aspectos. Uno de estos era la dificultad para conseguir proveedores.

Hoy en día un proveedor, en la mayor parte de los casos, no es más que una prolongación de nuestra cadena de producción. Por lo que la confianza debe ser máxima.

Las empresas españolas no están acostumbradas a ser proactivas en esta búsqueda, más bien todo lo contrario, son los proveedores los que buscan a los clientes, siendo la única labor de éstas el filtrado de los mismos a través de una figura que normalmente es el Responsable de Compras.

En el caso de la importación con Asia ocurre que es la empresa la que tiene que salir a buscar al fabricante. Esto que puede parecer sencillo no lo es si queremos importar de una forma eficiente, en cuanto que requiere de una cierta infraestructura que el 90% de las empresas no pueden costear y al 10% restante, en la mayoría de los casos, no les sale a cuenta, por lo que prefieren externalizar dicho proceso.

La búsqueda de proveedores necesita de toda una plataforma en origen compuesta por un equipo mixto de personas autóctonas y foráneas que desarrollen las labores de búsqueda, auditoría, negociación, inspección y control de calidad que garanticen la mejor opción dentro de un mercado tan amplio y cambiante como el del Sudeste Asiático, que está en constante evolución.

Implantar y desarrollar un departamento como el que mencionamos no es tarea fácil, es por eso que muchas grandes compañías optan por confiarle dicha labor a empresas especializadas.