Últimamente está saliendo mucha información dispersa y muy imprecisa sobre “el lunes negro”, la devaluación del Yuan y la desaceleración de la economía en China. En un intento muy humilde de darle sentido vamos a intentar comentar la situación desde tres puntos de vista:

1/ La devaluación del Yuan (RNB)

2/ La desaceleración China y sus consecuencias

3/ Las implicaciones macroeconómicas

1/ El Yuan se ha devaluado, pero esta devaluación no solo ha sido para defender al Yuan, que obviamente también lo hace, sino más bien un intento de correlacionar más la moneda asiática a los cambios impuestos por el mercado.  En otras palabras, para que China pueda tener una moneda global, que es realmente su objetivo, intentan reducir su intervencionismo. Esta capacidad de “abrirse” al mercado es la que marcará la diferencia. El otro lado de la moneda es que EEUU es el que define, a través del dólar, la tasa de intercambio, por lo que también se entiende la precaución China a la hora de hacerlo. Resumiendo, este acercamiento al mercado realmente es un cambio positivo, no negativo, aunque las consecuencias hayan sido la devaluación. El siguiente problema es que van a hacer las otras monedas asiáticas para continuar siendo competitivas.

Otro aspecto a tener en cuenta, es que esta “devaluación” solo ha sido una corrección de lo que la moneda se había apreciado en los últimos meses. Por tanto, el Yuan no se ha devaluado sino que simplemente se ha corregido el alza al que había estado siendo sometido por los mercados en los últimos meses. De hecho, hoy por hoy, el Yuan está alrededor de un 10% más fuerte que en el 2014 en términos globales de intercambio comercial, este es un término complicado pero cierto.

Otra cosa muy diferente es lo que ha pasado en los mercados bursátiles. Estos se han caído por varias razones, pero entre ellas está la automatización de los mecanismos de intercambio actuales, ordenes automáticas, y la especulación, que vuelven a ser los protagonistas. Dicho esto, esta “crisis” ha costado al mundo unos 5 trillones a través de los mercados de renta variable desde que comenzó la devaluación hace un mes. Para ponerlo en perspectiva, esto es mucho mas de lo que costó la crisis del “dot-com” en el 2000.

2/ La desaceleración China es clara pero relativa, especialmente si solo nos basamos en las exportaciones. Para la economía China es mucho mas importante su  mercado inmobiliario o el valor de su banca que su mercado de exportaciones, y estos no se han visto tan alterados. China depende y dependerá mas de su capacidad de consumo interno, que de sus exportaciones, por lo que esta crisis es relativa. Un dato relevante es el tamaño del gigante asiático o la aportación de China a la producción global, aún en esta recesión. Este año, de crecer solo a un 7% estimado, China aporratará mucho más en 2015 a la producción global que cuando crecía al 14% en el 2007. Por tanto todo es relativo. Además, no se puede concluir sin añadir que China tiene suficientes reservas como para defenderse de esto y de mucho mas. Otra asunto es la capacidad de China para aterrizar su economía suavemente, como dicen los gringos, “el soft landing”, en este cambio de ritmo.

3/ Las implicaciones macroeconómicas de estos cambios son grandes pero como hemos visto no solo para China, sino para el resto del mundo. Aquí es donde entra el Fed, el valor de los comodities y los países emergentes. La recesión de China junto al aviso del incremento de la tasa de interés de EEUU mandan dos señales fatales al mercado. Por un lado, la desaceleración China reduce los días de bonanza de los países emergentes productores de comodities, reduce el precio y el volumen. Por otro lado, la subida de intereses de EEUU encarece la deuda adquirida por estos países emergentes y les resta inversión que se iría a activos ahora mas atractivos. Ambas variables desaceleraran el crecimiento de estos países, y la desaceleración de estos países, desaceleran el ya estancado crecimiento mundial.

En pocas palabras, creemos que la tormenta formada radica en la dirección opuesta en las económicamente caminan China y EEUU. Por un lado, EEUU crece recuperándose paulatinamente mientras que el gigante asiático se desacelera. Estas fuerzas opuestas determinaran el crecimiento de ambos, y lo que es ahora más importante, la relación de sus monedas y las de sus vecinos, lo que influenciará una vez mas el intercambio y los precios.

Ole, ole y ole … si habéis llegado al final. Esperamos haber hecho sentido.